Nos encanta usar joyas de plata, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se transforma el mineral en una pieza de arte? En Perú, país minero por definición, se trabaja la plata desde hace aproximadamente 2,000 años. La joyería tuvo un importante espacio en las actividades del antiguo Perú y hasta hoy no deja ser así.
La Joyería Vasco le abrió sus puertas a Mujeractiva.com para mostrarnos cuáles son los procesos para convertir un metal en una elegante joya. La firma Vasco, fundada en Perú técnicamente desde 1953 -aunque funcionó desde 1947 gracias a los italianos Luis Varese y Gugliermo Scotto-, se hizo conocida por sus réplicas del arte precolombino en oro y plata.
Adaptándose a nuestros tiempos, pero siempre conservando la calidad como centro de su filosofía, Giampiero Scotto, gerente general de la joyería Vasco, nos cuenta:
«siempre trabajamos con los insumos más puros. La plata Sterling o 925, quiere decir que en un kilo la ley del metal se mide en 925 gramos de metal fino y 75 gramos de aleación, que en nuestro caso es cobre electrolítico. Con esta plata de buena dureza y brillo excepcional trabajamos tres líneas de producción con diseños de calidad. Mantenemos las réplicas precolombinas, aplicamos cierta simbología de culturas como la Moche, Chimú, Lambayeque, Paracas y Nazca, y elaboramos joyas modernas con piedras preciosas y semipreciosas».
- ¿Cómo se logra una pieza de joyería en plata?
Giampiero Scotto nos lo explicó paso a paso. Luego de adquirir la materia prima donde el refinador y de comprar el cobre electrolítico, se hace la aleación pesando los metales y pasando por cualquiera de los siguientes procedimientos.
En el más moderno se coloca la mezcla en la denominada «cafetera» u horno eléctrico para llegar al punto de fusión y se vierte en la lingotera. Para el proceso manual se necesita un crisol de cerámica refractaria y un soplete a gas que eche fuego hasta lograr la fundición del metal. Puedes observar el fundido a la manera artesanal.
Se sabe que la plata está en su punto cuando tiene el aspecto de un espejo en movimiento o de una porción de mercurio. El metal en su forma líquida se traspasa a la lingotera previamente calentada para evitar que el gran cambio de temperatura cause un accidente, y casi al instante se endurece. A este pedazo de plata hay que retirarle ciertas impurezas para poder modelarlo.
Una vez que el diseño de lo que será la joya se aprueba, se procede a trabajar el metal. Esto puede hacerse de dos maneras:
1. La primera se llama estampado y se basa en un diseño hecho por computadora en bajo y alto relieve. Ambas partes, llamadas hembra y macho en el lenguaje de los joyeros, tienen que calzar perfectamente para lograr una buena pieza.
2. El otro proceso para trabajar el metal es la microfusión o cera perdida, que parte de la base de un máster o modelo único para realizar moldes. Los moldes hechos de hule tienen la forma del original que se quiere copiar. Para hacerlo hay que pasar por la inyectadora de cera que reproducirá el número de piezas requeridas.
Con las copias hechas en cera se construye una especie de pequeño árbol con una base de goma. Después, este árbol de cera se recubre con yeso en un cilindro. A través del supuesto tronco se inyecta la plata a cada rama y finalmente se obtiene un arbolito con piezas de metal. Mira en la imagen cómo se hicieron los tumis de plata.
Una vez que los objetos se trabajaron, se pasan a mesa para darles los últimos toques. Muchas veces se combinan el arte hecho a mano con técnicas más actuales, siempre cuidando que todo esté en perfecto estado.
Varios artesanos se valen de la bencina, el aire y el fuelle para llevar a cabo el proceso de blanqueamiento del producto. Cada vez que se termina una joya se le debe pasar por fuego y ácido sulfúrico, si es plata, o ácido muriático, si es oro. Esto para sacarle las impurezas y pasar al pulido.
Para pulir y sacarles brillo a las piezas también hay dos procesos.
1. Para modelos que no son tan delicados, se puede pulir utilizando el sistema de tamboreo, o sea, poniendo la joya a girar durante seis horas en una centrífuga con billas y un líquido especial.
2. Para las piezas más débiles, se pasan por unas escobillas. Primero se les hace un prepulido con un fuerte abrasivo, las joyas pasan por un ultrasonido y luego se les pasa por la máquina abrillantadora.
Luego de todo esto vemos el producto final en las vitrinas. Al haber conocido todas las etapas por las que pasa una joya de Vasco, puedo dar fe que sus productos realmente llevan el sello de calidad que los caracteriza.
Visita las principales tiendas de Vasco en Larcomar (al lado de la sala del Museo de Oro del Centro Comercial) y en el Museo de Oro del Perú.
Imágenes: Perú al Día
Etiquetas : Joyas de plata, joyeria vasco, joyerias, Plata, Platería